Y es que no se puede resistir uno ante tremendo culazo. Te lo ponen ahí delante, te lo menean, se lo cubren de aceite para que reluzca y no puedes hacer otra cosa que no sea meterle la lengua hasta el fondo.
Y es que no se puede resistir uno ante tremendo culazo. Te lo ponen ahí delante, te lo menean, se lo cubren de aceite para que reluzca y no puedes hacer otra cosa que no sea meterle la lengua hasta el fondo.