Como la típica ricachona que va de tiendas y todo lo que se prueba, lo compra y se lo lleva puesto, esta guarrona recorre La Gran Vía de Madrid en busca de un macho ibérico que le de caña y la folle toda la tarde en su casita de verano. Con esas dos tetacas gordas normal que no haya sufrido mucho para conseguirlo.